La forma en la que ves un problema puede complejizar su resolución como bien disolverlo de manera definitiva. Una lectura de cartas te invita a nuevas formas de ver una situación, revelando las limitaciones de la propia mente. Al conectar con la realidad desde una mirada intuitiva aparecen varios planos de significados. Puedes acercarte al tarot de dos maneras:
1. Una consulta con un o una tarotista, con el que puedes abordar una temática especifica o hacer una lectura general del momento.
2. Una auto-lectura, que implica un previo estudio de los arcanos del tarot y su interpretación.
Una consulta de tarot es de algún modo un confesionario moderno donde sabemos de ante mano que seremos acompañados sin juicio. El mensaje del tarot no baja una línea moral ni una lógica dual de bien y mal, sino que otorga el consejo justo para que el consultante encuentre su equilibrio. Una lectura puede mostrar tus deseos inconscientes tanto como miedos arraigados del pasado que conviene soltar. El deseo del alma es tu brújula, marca el norte que te lleva hacia la felicidad. Al aclarar un deseo (que por momentos puede desvanecerse por la influencia de otras personas o anhelos propios pero más superficiales), logras retomar la ruta de tu destino, sintiendo esa fuerza que nos da saber que estamos donde tenemos que estar, haciendo lo que el corazón marca. Como tarotista veo muchas veces a las persona llegar a la consulta con un panorama borroso donde se mezclan pensamientos con miedos y deseos, el trabajo conjunto es ir desmarañando la mente, para ordenar los ideas de una manera novedosa. Una buena lectura se caracteriza, no por darle respuestas cerradas a las personas, sino por abrir espacio para nuevas preguntas, permitiéndole al consultante irse da la sesión con ciertas inquietudes para elaborar sus propias conclusiones.
La segunda manera que tenemos de entrar en contacto con el tarot es su estudio. Estudiar tarot es introducirnos en un leguaje simbólico que nos lleva a desarrollar la intuición y la energía femenina receptiva. Hoy en día las personas vivimos muy alejadas de la parte yin o femenina de la vida, por lo cual el acercamiento a lo intuitivo nos equilibra. Profundizar en un arte antiguo como es la lectura de cartas nos conecta con un saber universal muy completo. Cada unos de los 78 arcanos o cartas del mazo de tarot nos brinda una vivencia especifica del desarrollo humano. Uno de los objetivos de la practica con las cartas es aprender a aplicar este conocimiento de un modo útil en la vida cotidiana.